Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Reyes 5, 11-13

11 Se irritó Naamán y se marchaba diciendo: «Yo que había dicho:

¡Seguramente saldrá, se detendrá, invocará el nombre de Yahveh su Dios,
frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra!

12 ¿Acaso el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, no son mejores que
todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos para quedar
limpio?» Y, dando la vuelta, partió encolerizado.

13 Se acercaron sus servidores, le hablaron y le dijeron: «Padre mío; si
el profeta te hubiera mandado una cosa difícil ¿es que no la hubieras hecho?

¡Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!»